Mi estación Hackeada ahora Ananta Violin

miércoles, 17 de abril de 2013

Aidín, yo te abrazaré.



Aidín, yo te abrazaré.

Lentamente te desvestiré, 
        saboreando los hermosos aromas de tu cuerpo,
Recorreré tu cuello sin prisa, 
       besando cada tierna pulgada tuya.

Dejaré corretear mis labios por tu nuca, 
        gorjear junto a tu oído.
Lameré ansioso toda tu espalda, 
        cosechando suspiros y gemidos purpura.
Besaré tu axila impregnándome de tu esencia.

Entonces ascenderé a tu rostro, 
  depositando mi lengua sobre tus entornados ojos.
Los lameré como deseando atrapar tus visiones y ensueños…

Hundiré mi boca en tus tiernos y temblorosos labios, 
   zozobrando en la tormenta de tus jadeos.
Arroparé sediento tu lengua inundada de cálido licor,
    la morderé amorosa y apasionadamente,
       pasearé desnudo en sus orillas, 
           en su contorno.

Me posaré nube estival sobre tus senos,
     calcinando tus areolas con lluvia de besos incendiarios.
Tus pezones florecerán robustos estallando en eléctricos compases.
Turgente tu pecho ceñirá mi rostro empujándolo hacia el sur.

Ahogaré mis tórridos sollozos en el oceano de tu vientre.
Aspirando furtivo la ambrosía de su suavidad, 
   mordiendo, 
          chupando.
                lamiendo feroz...

La esencia de tu fuego me apresará,
    me arrastrará indefenso hacia abajo,
       rumbo al ardiente surtidor de tu epicentro.

Dibujaré mi volcánico deseo con la punta de mi lengua, 
     hasta llegar a tu perfumada cañada.
Acariciaré ferviente, con mi rostro entre tus piernas,
     las flores hirsutas y negras de tu bragadura.

Anidaré con la lumbre terca de mi lengua
      el inocente umbral de tu clítoris...
Sentiré como despierta,
        como revive, 
             como se yergue,
                   como deseoso y tensamente húmedo, 
me entrega su sabor.

Dejaré que tus verticales labios abracen mi boca,
       temblaré cuando mis labios se unan a los tuyos.
Mientras mi lengua se pasea en tu interior,
      cosechando el arcoíris de tus líquidos sabores.

Besaré tus secretos rincones
        recogiendo las femeninas flores de tu sabor!!!
Me emborracharé con el néctar aromático de tu sexo,
           hasta que estalle en mis oídos 
                 el ensordecedor fragor de tu orgasmo!

Brincaré sutil y felino sobre tu desfallecido cuerpo,
      abrazándote con todo mi explosivo deseo.

Penetraré hasta tu recondita intimidad,
     oscilando,
         balanceando, 
             temblando, 
                 vibrando,
                     gimiendo, 
                          suspirando...
Hasta que convulso 
    inunde tus entrañas 
        con albura de mi liquido amor.

... juntos gritaremos al unísono mientras abrazados, 
        sollozando,
nos vayamos centellas al centro cósmico de la creación.

José Luis Mendoza Aubert



1 comentario:

aidin dijo...

Te beso en la distancia, aferrándome al placer de anhelos de sueños compartidos. .. Siendo uno en la espera de la llamada o simplemente evocando las palabras mencionadas en mi piel. Un abrazi