Hoy erraba entre mis pensamientos
y mis nostalgias,
cuando ante mis ojos,
emergiste esplendida.
Mi deseo se tejió encaje negro
alrededor de tus hombros,
poblé de imaginarios besos
tu delicada espalda,
hilando el mas valioso alrededor de tu cuello.
Anhele urdirme hebra en tu cuerpo,
tapizar tu pecho con mi boca,
envolver tu delicioso vientre con mi aliento,
remendar mis caricias
en tus sutiles muslos,
enhebrar mi suspiro en tu interior.
Quise sentirte desnuda junto a mi pecho...
O cuando menos besarte...
Pero el secreto y mínimo abismo que nos separa
abofeteo mi intento....
Solo te vi partir...
Mi beso se estiro hasta rasgarse en tu vacío.
Nada mas tu hermosa sonrisa en la distancia
detuvo mi despeñamiento...
Prometiendo,
tal vez,
otro encuentro fugaz.
José Luis Mendoza Aubert
Rodaron lentamente los besos pecho abajo,
rastro de fuego en piel morena,
se anclaron amorosos en el turgente pezón,
botón delicioso…
Tu secreta cañada se humedeció...
mientras un furioso sol
peregrinaba hacia tu centro.
José Luis Mendoza Aubert
Mis manos, arados,
labraron las extensiones de tu piel.
Mi boca sembró besos en tus campos escondidos,
futuras flores liquidas.
Este cuerpo mio entero retumbo en tu cañada,
soltando su lluvia cálida en tu mano.
El éxtasis de la cercanía con tu orografía
me arrebata entrecortados suspiros.
Tus gemidos, truenos y relámpagos,
retumban aun en mis oídos.
...y en la distancia...
tu lengua amarrando
mi boca a tu calor....
José Luis Mendoza Aubert
Octubre Noir 17
El delicioso sabor de tu vientre
endulza mi boca todavía.
La seda de tu piel
se enreda en la punta de mi lengua...
Prometiendo futuros embriagues
en tus rincones mas sagrados....
José Luis Mendoza Aubert