Al abrigo de resuelta y entrañable lectora
mi persona y sien sobre tu vientre,
donde la nueva vida elabora
su esperanza.
Esperanza enjoyada en seno y corazón.
Anhelada semilla incubando
su esencia en tus entrañas,
arropada con tembloroso y tibio manto de vela.
Intima trilogía perfumada de resina y humo
con sabor a promesa inocente y ruidosa.
Encerrado afuera el gélido viento,
arañando vicioso las rendijas,
queriendo violentar
la divina paz de los maderos.
Tu suave respiración
callando amorosa la borrasca.
Tus ojos ventanas amorosas al porvenir,
irradiando tersura sobre tu satisfecho vientre.
Manos y dedos entretejidos en eterno abrazo
alientos y besos anudados
sobre tu desnudo pecho
Botones futuros
surtidores de blanca miel
y hondo sosiego.
La calamidad brutal, implacable,
anidó en tu materia,
menguando con quebranto lozanía, fortaleza.
Hervía de ira tu sangre y frente,
envestías convulsa contra la bestia.
Lágrimas-sudor irrigando
tus aromáticos campos.
Delirio concentrado en una mano de hierro,
pidiendo amparo y amor.
No me dejes,
no me sueltes,
no te vayas,
abrazame...
Excelso beso y eterno,
amor punzando desesperado...
Calma, sosiego y una sonrisa recién parida
en tu hermoso rostro.
Resuelto y agitado salí
al bestial océano demente,
Bocas saladas y espumosas
queriendo mascar mi humanidad
Trombas y puños percutiendo la frágil barcaza.
Húmedas púas pinchando mis ojos,
descarriando el sur.....
Alarido y llanto sin vencer el vendaval.
Eterna y grosera tortura,
manos vestidas de honesta sangre.
Espíritu desmembrado y afligido,
voluntad de piedra.
Vertiginoso retorno con amparo y remedio.
El silencio gritando furioso...........
Cimitarra descuartizándome de pena...
Ante mi degollada angustia
una tibieza abandonada.
Un vacío solido y pesado,
un estuche sin calor
... y en tu vientre solidario,
valientemente callado,
preclaro diminuto guerrero
abrazado a tus entrañas,
tejido a tu alma, compañero de yerto viaje....
Toda partícula de mi socavado espíritu
se convierte en grito y dolor.
El gris atropella con metálicos cardos
mis despojos.
La vida misma huye con la luz,
el fango se reseca en mi sobrante.
Sin mas movimiento que clavar mi humanidad
con zarpas de etanol.
Entre aullido y lágrima
en 60 tinieblas
me destierro
hacia ustedes.
José Luis Mendoza Aubert
No hay comentarios.:
Publicar un comentario