Mi estación Hackeada ahora Ananta Violin

jueves, 4 de abril de 2013

Aisis te leo y me voy muy lejos....



Cierro los ojos y tus letras me envuelven amorosas,
            se unen, danzan y cantan 

                  y hablan y sienten... 
y se transforman...

La imagen de tu espalda, tibia y suave, 
inunda mis campos.

Lentamente rastreo tu aroma 
de puntitas sobre mis labios,
         disfrutando sin prisa cada espacio de tu superficie,
             saboreando lentamente tu agitación.

Anclo cada beso a tu delicada piel,
     dejando un rastro de fuego;
          pulcra senda a la base de tu cadera.

Te sorbo sosegado y ansioso en cada suspiro.

La eternidad se vuelve deseo, 
    y mi anhelo infinitud.

Un súbito gemido inflama mi deseo.

El aroma de tu floresta inundada 
      incendia mis íntimos adentros.
La pasión me enreda en el torbellino de tus ansias.

Te giro y mi boca se deposita en tu vientre,
        palpitante, tibio, vivo, anhelante.

Recorro tus latitudes lentamente,
     recogiendo con mi lengua tus femeninas flores
Construyendo tiernamente en tus íntimos sueños,
     una húmeda tormenta, una convulsión eterna...

Extasiado abro mis ojos y...
... y descubro que te extraño como nunca...
como siempre...


José Luis Mendoza Aubert